LLevamos 45 años llenando de flores los hogares de Dos Hermanas.
Fue en 1975 cuando comenzamos con nuestro puesto en el mercado de abastos de la ciudad, para luego ampliar nuestras instalaciones en la calle Tajo en 1994.
Las flores y las plantas no son nuestro trabajo, son nuestra vida.
Porque no solo vendemos flores, repartimos sonrisas, respeto, ilusiones, amor… ¿qué más se le puede pedir a un trabajo?
Hacemos realidad las ideas de nuestros clientes, nos apasionamos con los futuros novios, nos enamoramos con las parejas, llenamos de alegría cada rincón de la casa, damos un toque de color a los negocios, nos entristecemos con las despedidas…
Porque las flores nos acompañan en casi todos los grandes momentos de nuestra vida, nosotras somos conscientes de nuestra gran responsabilidad.
Cada encargo es un nuevo reto que trabajamos de forma personalizada e innovadora para conseguir justo el resultado deseado.